Un punto caliente para la diversidad biológica
A inicios de 2019 un grupo de amigos conservacionistas comenzamos con un reto que contenía que contenía gran curiosidad científica, pero sobre todo nuestro deseo de contribuir a la conservación de especies de tortugas marinas en la Península de Osa.
La Península de Osa es mundialmente conocido por ser un punto caliente para la diversidad biológica del mundo, contando con 2,5% de las especies de todo el planeta. Tomando en cuenta que Estados Unidos y Canadá apenas completan el 1%, la perspectiva se hace más clara en cuanto a la importancia para su conservación. Sin embargo, esta cuantificación se ha realizado en los últimos años para especies en tierra continental y no toman muy en cuenta la parte marina. Aún así, se ha reconocido también la gran importancia del Golfo Dulce para decenas de especies marinas, entre ellas ballenas, delfines y tortugas.
Con esto en mente nos dimos a la tarea de realizar una evaluación rápida de la playa más cercana al Golfo Dulce que presentaba condiciones óptimas para la anidación de tortugas marinas, Playa Preciosa. La sorpresa fue inmediata, aquella playa que había estado a la vista y alcance de todos por tanto tiempo, pues es una de las más cercanas a la población de Puerto Jiménez, no contaba con ningún tipo de información y sobretodo de protección para las tortugas que llegaran a anidar. Encontramos que la anidación de tortugas era bastante importante, al mismo tiempo que la depredación y robo de nidos que lograban realizarse tomaba la mayoría de estos nidos y por esta razón la presión sobre las especies de tortugas era alarmante.
Monitoreo biológico
Con el apoyo de Amazon Conservation Team, comenzamos inmediatamente un monitoreo biológico sistemático para contar cuantas tortugas anidaban y de que especies se trataban, pero también contamos, marcamos y protegimos cada uno de los nidos mediante patrullas diurnas y nocturnas. Comenzamos con un vivero de tortugas marinas donde los nidos en riesgo de ser robados o depredados pueden ser reubicados y terminar su periodo de desarrollo en completa protección hasta su nacimiento. Así comenzamos a contabilizar también los neonatos por especie y número que nacían de nuestro vivero, todo esto de acuerdo con las regulaciones y ordenamiento de las autoridades ambientales.
Tortugas Preciosas de Osa cumplirá en 2021 el segundo año de trabajo, en el cual hemos liberado 32,219 tortugas bebés de tres especies diferentes, disminuido la depredación y robo de nidos en un 60% y establecido una línea base de la biología y ecología de estas especies en peligro de extinción en uno de los sitios más biodiversos del mundo. Por si fuera poco, durante este tiempo hemos descubierto que este lugar es uno de los más importantes para la anidación de tortuga Carey en el Pacífico de Centroamérica, pues junto con Guanacaste, este es una de las dos agregaciones más importantes en el Pacífico de Costa Rica para la especie más amenazada del mundo, actualmente reconocida en Peligro Crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Gracias a diferentes grupos de voluntariado locales, nacionales e internacionales y la cercanía del sitio a las comunidades locales, hemos podido conjuntar nuestros esfuerzos de conservación con sociedad civil y entusiastas de la conservación, al mismo tiempo que nos vinculamos con las comunidades en acciones de conservación y educación ambiental. Tortugas preciosas de Osa se ha convertido gradualmente en un aula al aire libre donde niños y adultos de cualquier parte del mundo puede aprender y contribuir activamente sobre las tortugas marinas y su importancia para nuestras vidas.
La Península de Osa está llena de sorpresas y constantemente nos da muestras de ello. No sabemos que nuevas sorpresas nos deparará en el futuro, pero sin duda las recibiremos cada vez más conscientes de nuestras acciones, más unidos y sobretodo más comprometidos con esta tarea que comenzamos unos cuantos pero que ahora es de todos. Juntos podremos enfrentar mejor este gran reto que es la continuación de los procesos naturales de nuestros ecosistemas para asegurar nuestra propia supervivencia.
“Cuando las acciones del hombre ocasionen su propia extinción, el planeta cambiará, los ecosistemas se equilibrarán, poblaciones se recuperarán, inclusive nuevas especies nacerán y el equilibrio volverá a existir, la vida continuará su curso. La única diferencia es que los humanos ya no estarán ahí. La conservación es por nosotros, no es por la naturaleza.”
Alvaro Ugalde Víquez
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